23 de diciembre de 2010

"El AVE es un modelo de cómo no hacer las cosas"


Germà Bel (Les Cases d’Alcanar, Tarragona, 1963), catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona (UB), se ha erigido en una voz imprescindible en el debate sobre gestión de infraestructuras y políticas de transporte.
 
Defiende que el modelo de gestión aeroportuaria de Aena es anómalo.
Entre los países con un mínimo tamaño, sólo Rumanía tiene un sistema centralizado de gestión aeroportuaria.

¿A qué se debe?
Gestionar los aeropuertos puede dar mucho poder, sobre todo si te olvidas de priorizar los elementos de política de transporte y te dedicas a priorizar la jerarquización territorial. Que los aeropuertos estén todos integrados rompe la unidad de mercado europeo, porque reprime artificialmente la competencia.

¿Qué opina del proyecto de privatización parcial de Aena?
A falta del desarrollo reglamentario del Decreto, parece que habrá una megaconcesionaria que se dedicará a gestionar o concesionar los servicios de acceso y comerciales de las terminales, y a adelantar al Gobierno recursos. Todo muy financiero, pero nada de introducción de competencia en el sistema. Por supuesto, la situación empeorará cuando se produzca la privatización total del monopolio central sin haber introducido competencia.

En el libro señala que, junto a Aena, Adif es el paradigma de un modelo de transporte ineficiente.
La web de Adif dice que su objetivo es garantizar la igualdad de condiciones de todos los ciudadanos españoles en el acceso al ferrocarril. Esto es incumplible. Sólo se entiende en el sentido de que todos los españoles son iguales porque están igual de conectados con Madrid. Ésta es la metáfora de la igualdad territorial en España: la igualdad de acceso a Madrid para las élites, por eso el AVE es tan popular entre parlamentarios y entre gente que debe hacer muchas gestiones en Madrid.

¿El AVE es ineficaz?
Con el AVE Madrid-Valencia tendremos más kilómetros de alta velocidad que los dos países pioneros en AVE: Japón y Francia. Sólo nos superará China. Mientras Japón y Francia han hecho política de transporte, España ha hecho política de construcción nacional, al coste económico que sea. El AVE es un modelo de cómo no hacer las cosas. Entonces, cuando llega la crisis, nos preguntamos sorprendidos por qué nuestra productividad ha avanzado tan poco. Es una circunstancia redundante en la historia de España.

¿Pueden gestionarse mejor las obras públicas en España?
Por supuesto. El problema es la gran cantidad de obras públicas que no aportan nada o casi nada a la productividad de la economía y que consumen una ingente cantidad de recursos.

¿Existe un nivel óptimo de descentralización de decisiones en las inversiones?
No hay óptimos permanentes en la política pública. Es obvio que en España hay un grado de centralización tan extremo que no tiene parangón en los países desarrollados comparables.

¿Y cómo deberían repartirse las transferencias de dinero Estado/autonomías?
La responsabilidad fiscal de las regiones, excepto las forales, ha avanzado muy poco con el Estado autonómico. Más allá de garantizar niveles adecuados de los servicios públicos básicos en toda España, el sistema de financiación debería primar a las comunidades que realizan un esfuerzo fiscal más efectivo. Es una cuestión de incentivos.

¿Hay un abuso de la solidaridad interterritorial?
Según las estimaciones de Funcas (Fundación de las Cajas), Cataluña está en la cuarta posición regional en la creación de riqueza per cápita y en la octava en la renta real per cápita. El caso de Baleares es más extremo. En estas dos comunidades, el déficit fiscal es más del doble que el 4% sobre el PIB permitido en los länder alemanes por su Tribunal Constitucional.

Expansión
20.12.2010 

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